Tetuán de las tres religiones


La Tetuán de las tres culturas incluía a los moros, los españoles y los judíos.

La última versión de la ciudad se creo en el siglo XV y a ella fueron llegando los expulsados de la inquisición española. Los judíos siguieron hablando la lengua española y crearon con los otros sefardíes una España de lengua y sin frontera, hablaban una lengua española influenciada por el árabe y el hebreo, y más tarde el francés. Eso es sabido pero pocos saben que los moros también siguieron hablando español hasta principio del siglo XIX. En 1860 volvió España a Tetuán, y conquisto a la ciudad por dos años, pero culturalmente no se trataba de una conquista sino de una vuelta a la tuerca de la historia. En el sigo veinte llegó el colonialismo español y la lengua de la ciudad volvió a ser el castellano. O tal vez podríamos decir que volvió el andalú, porque lo que se volvió a crear entre los expulsados moros y judíos de cuatro siglos atrás y los españoles que vinieron a vivir en Marruecos, que eran en su mayoría andaluces, fue una nueva Andalus de tres religiones.

El caso del colonialismo español es un caso muy especial, sobre todo para los judíos, porque estos volvieron a su lengua y al país de su lengua. Un poco mas al sur, los judíos que hablaban árabe o Tachlejit se vieron obligados a utilizar una nueva lengua: el francés. Y cada lengua impone una nueva forma de pensar y un mundo diferente.

Después de la independencia, judíos y españoles siguieron viviendo en la ciudad durante decenas y todavía se conserva una comunidad española importante. Cosa que no pasó en la parte francesa.

En la Tetuán de las tres religiones todos sabían cuando era el ramadán y que los negocios de los judíos estaban cerrados durante el shabat, se oía al muecín y las campanas de las iglesias. Las escuelas eran separadas pero no estrictamente y las escuelas judías estudiaban también españoles y moros, así como en las escuelas españolas.

Así volvió la lengua española a la nueva perla blanca de Andalucía. Pero, como muchos sueños, esta época duró poco tiempo, tan poco, que pocos saben que existió.



Entrevista con Esther Bendahan (2005)

Una entrevista no muy reciente que solo se publico en catalan en Avui.





Esther Bendahan nació en Tetuán, Marruecos y emigro a la edad de siete años con su familia a Madrid, ciudad en la que reside desde entonces. Ha publicado tres novelas y ha traducido al libro de Alain Finkelkraut "En Nombre Del Otro". Su tercera novela "Dejalo, ya volveremos" se publicó al principio de este año en Seix Barral y ha sido muy bien acogida por el publico y por la critica. Tardía en publicar, tiene varios manuscritos de novelas y de libros de cuentos, que serán publicados en los próximos años. Es productora del programa de TVE Shalom y ejerce una extensa obra poética que ha sido publicad en revistas. En este encuentro discute con el escritor israelí Moshe Benarroch la perspectiva del judaísmo sefardí y español, entre un pasado lejano, un presente confuso y un futuro incierto, dentro del contexto del judaísmo europeo moderno.


MOIS BENARROCH

M.B.
¿Puedes describir tu última novela "Deshojando Alcachofas"?
¿Qué propone, quiere indagar, resolver, construir tu última novela?”



E.B.
Deshojando alcachofas me permitió crear varios personajes articulados entorno a una historia divertida que pretendía indagar en lo que significa la casa y la búsqueda del otro. Hay varios personajes femeninos y aunque pueda parecer una novela de mujeres -no sé porque cuando hay mujeres protagonistas se habla de novela de mujeres mientras que cuando hay un hombre es literatura simplemente- hay también varios hombres que hablan en primera persona que se convierten un tiempo en protagonistas del relato. Me interesaba el cómo se puede trascender desde lo cotidiano, desde lo superficial y simple; para cambiar no hay que sufrir una gran tragedia ni actuar en una novela de grandes significados, las trasformaciones pueden venir de un paseo o una mirada en la calle. La enfermedad, la muerte, la herida se producen en nuestras ciudades, a nuestro lado cada día, y no necesitan de grandes escenarios







M.B.
Crees que la vida cotidiana es la mejor trama de la novela?


E.B.
Deshojando alcachofas quiere ser una novela mestiza, en la que la vida cotidiana de los personajes, cada día tienen en su interior un fuerza regenadora, es el deseo de crearse de poseer una identidad, está la mujer sefardí, pero que tiene una vida actual, es judía, mujer y pintora; otra protagonista es la dominicana que tiene un sueño, y poseer un sueño es ya en sí mismo una cuenta bancaria. Están las casas, cada personaje tiene una imaginaria o real, la casa como el lugar donde refugiarse, el lugar de lo íntimo ubicado en lo exterior. Porque aunque pertenezcamos con letras mayúsculas a un país, somos la casa y cada día, eso es lo que no da existencia.


M.B.
Has publicado dos novelas, la primera co-autorada con Ester Benari, Soñar con Hispania, y la segunda es Deshojando Alcachofas. Las dos son sobre el judaísmo español. Pero no puede uno imaginar dos novelas más opuestas. En la primera hablas de raíces, de las raíces sefardíes, y en la segunda describes una comunidad judía sin raíces, que vive una vida materialista sin pensar nada en sus raíces. ¿Crees que el judaísmo modernos se ve como parte de una historia de hace 500 años?



E.B
“El judío ha estado en el origen de un doble interrogante: el suyo y el del otro” dice Edmond Jabes, un autor que tanto tu como yo admiramos, autor que nos aporta nuevos significados. ¿Existe realmente un judaísmo moderno español? La cuestión es qué futuro estamos provocando. Si existe futuro de ese judaísmo moderno que está por supuesto ligado al pasado. Pero no sólo al de hace 500años. Sucedieron muchos lugares y espacios después. Desgraciadamente es mas fácil amar en pasado a los judíos que en presente. En España se liga a los judío con ese lugar del que fuimos expulsados hace quinientos años y que en tu novela Lucena expresas como una especie de tiempo en vacío, un tiempo en suspenso. En el pasado europeo, español, existe lo judío como idea ajena y fantasmal. Eso en cuanto a los otros, en cuanto al nosotros, creo que en España aún no hay un judaísmo moderno, hay eso sí judíos, pero mientras que no haya cultura, mientras no se genere un pensamiento nuevo judío español, no se puede hablar de judaísmo moderno, sí de comunidades, que en ocasiones funcionan como entidades sociales Y que porqué no, tal vez podríamos plantear también, reivindicar la nacionalidad española sefardí. Una autonomía sin territorio.



M.B.
Pero no sólo el judaísmo español está en juego, sino todo el judaísmo europeo. En 1939 había en Europa 12 millones de judíos, hoy hay menos de 2 millones. Muchas comunidades desparecieron y me da la impresión que en Francia misma se ha creado o se está creando la excusa de un nuevo éxodo, gracias al viejo antisemitismo, el sionismo y el antisionismo, la asimilación y la emigracion musulmana.
Has traducido el libro de Alain Finkelkraute "En Nombre del Otro" (Seix Barral, 2005). ¿No crees que más bien el judaísmo europeo está en vía de extinción?


E.B
Yo diría que mas que en vías de extinción, está en vías de transformación, por otro lado también Europa lo está, como lo están las distintas identidades europeas y españolas. No podemos seguir definiéndonos explicándonos con ideas del siglo XIX. Estamos ante movimientos integradores a la vez que diferenciadores, dos energías aparentemente contradictorias pero que son la base de la formación europea. El judaísmo forma parte de ese encuentro. Israel plantea a la diáspora un nuevo modelo de existencia, pero la diáspora tiene también características que pueden enriquecer a Israel. Esta situación delante de los miles de años de existencia del pueblo judío es muy nueva, y espero que podamos afrontarla creativamente.




M.B.

Uno de los personajes en "Deshojando Alcachofas" dice, refiriéndose a la sociedad española, "somos iguales", eso me recuerda a la novela de Ruth Knafo setton "The Road To Fez" en la que el padre de la narradora, dice, cuando emigra de Marruecos a Pensilvania en EE.UU., que es un católico de Francia. Pero uno es judío de Francia, pero nunca católico de Francia, sólo francés. Tal vez solo el que es diferente dice que es como todos.


E.B.
Creo como Valery que un hombre moderno, vive con una gran cantidad de contrarios instalados en la penumbra de su pensamiento. Y sin embargo nunca hemos estado tan presionados como ahora por la necesidad de una identidad común, de igualarnos y pertenecer. Efectivamente cuando se es la mayoría simplemente se es, se existe sin necesidad de demostrase nada, mientras que pertenecer a un grupo o nación que no es la del todo, la de los otros, requiere un enorme esfuerzo personal de búsqueda; por un lado se quiere identificar lo peculiar, fijar la diferencia; y por otro, señalar y edificar la igualdad. Un tensión compleja que en ocasiones puede aniquilar en el intento la misma identidad, falsificarla o negarla, porque se puede incluso entender como una agresión en nombre de los demás querer mantener fastidiosamente lo peculiar. Pero no debemos dejar que lo mayoritario mate el gesto de lo peculiar, sería como hacernos todos cirugía estética en el rostro, perderlo. Conseguir ese equilibrio entre lo pequeño y lo grande es el reto, hay que buscar leyes que lo permitan y actitudes abiertas, el catalán debía ser una opción en todas las escuelas españolas, porque enriquece a nuestros estudiantes, como ser bilingüe en cataluña. Conocer lo otro, lo acerca.





M.B.

Tal vez en su visión del otro, el europeo está sólo dispuesto a aceptar su asimilación. Está dispuesto a aceptar su igualdad pero no su diferencia. Especialmente cuando se refiere al judío. No veo que tiene que molestar que el judía coma una comida diferente. Pero por alguna razón es una cosa que molesta mucho en Europa y no en EE.UU.


E.B
Mas que molestar sorprende y no se entiende. Hay una parte importante de europeas que mantienen que la independencia religiosa, que el hombre moderno debe desligarse de las creencias y asimilarse al estado laico, mantener normas alimenticias, creencias religiosas se ve como una disminución de la inteligencia, frente a esto hay que decir que no existe el estado laico europeo en el sentido de negar una base religiosa, en Europa el cristianismo está en la misma base de una creencia que permanece en la misma genética del pensamiento europeo, así que no es necesario reivindicarlo porque está siempre ahí, así que individualmente se puede prescindir de esa necesidad de arraigo que dan las creencias. En el caso judío hay muchas maneras de serlo y ninguna de ellas está en contradicción con la libertad ni con Europa, de ahí parten Mendelson y Herman Cohen. Como dice Magris el estado laico no es exactamente el que no cree, pero sí el que es abierto a los otros. Por mi parte comparto mesa habitualmente con amigos amantes del buen jamón, que yo no como, pero sí compartimos la tortilla de patatas, bien es verdad que yo debía tener ración doble, pero ese es otro tema.







M.B.
Naciste en Tetuán. Y la comunidad judía tetuaní es una comunidad sefardita muy especial. Conservo siempre la lengua español, y es la comunidad mas cercana geográficamente a España: En realidad tu familia ha hablado el español desde que este existe, mil años o más. ¿Cómo vives como escritora esa peculiaridad?


E.B.



Lo vivo con extrañeza, porque aunque mi idioma siempre ha sido el español, es a la vez una lengua que tengo que conquistar. Mi formación inicial en la escuela era francesa, y el español era el idioma familiar, pero su estructura gramatical, sus palabras estaban repletas de un giro muy especial que se daba en estas comunidades. Hay palabras que no utilizo en mi escritura o al hablar porque creo que tiene connotaciones muy antiguas, me suenan a nuestro viejo barrio, a la judería de Tetuán, y luego de repente me sorprendo oyéndolas en una conversación o encontrándolas en un libro. Por ejemplo la palabra Atestado, nunca diría atestado de gente, porque me suena a jaquetía, esa lengua mezcla de español, hebreo y árabe que hablábamos. Mi español funciona a dos niveles, como si conviviera con dos lenguas similares pero con almas diferentes. Por cierto un amigo escritor, me acaba de contar que encontró en el quijote una expresión que solemos decir habitualmente, sanito y bueno. Y una expresión que me encanta oir, Cuanti mas, pues tambien se dice aún y está en el quijote.





M.B.

Tu respuesta me sorprende. Entonces llegaste de niña a Madrid, tu lengua materna era el castellano, pero sin embargo el Francés se sobrepone sobre el castellano y tienes que conquistar a tu lengua. ¿Alguna vez escribiste o pensaste en escribir en Francés?



E.B


El francés es el idioma que se hablaba en la escuela. Pero vine de muy pequeña a España, supongo que lo utilicé siempre de excusa para justificar mis despistes con la lengua, lo cierto es que hay giros lingüísticos y cierta estructura gramatical algo diferente que heredamos de una manera especial de construir las frases.





M.B.

¿Se puede ser judía y española?





E.B.



Si no se pudiese deberíamos de preguntarnos entonces que falla en lo español. Lo español debería ser tan amplio como para incluir distintas maneras de pensar el mundo, de creer o sentir; es mas precisamente lo español mantiene en el fondo de su historia esa identidad acallada y hoy se enfrenta a otras muchas identidades que debe incluir en ese ente abstracto que es el de ser español. Por otro lado dentro del judaísmo no hay nada que excluya o impida la pertenencia a un país cualquiera. Y lo digo aun sin saber exactamente ni lo que es ser judío o ser español. Pero lo único que tengo claro es que es así como me definiría si alguien me lo pidiera. Aunque prefiero que no me lo pidan.





M.B.
Creo que eres la primera escritora española que describe al judaísmo español de hoy. Describes más bien a las mujeres judías. ¿Es una responsabilidad? ¿Existe una comunidad judía?


E.B.
No sé si soy la primera, quiero eso sí, escribir sobre lo que conozco y siento, por eso los materiales con los que cuento es ese cruce peculiar de realidades. La escritura es siempre una responsabilidad, se crea un mundo, se forma con palabras y la palabra tiene un poder generador y creador. Sí existe una comunidad judía, lo que no sé si tiene futuro de la manera que está concebida hoy.






M.B.

El judaísmo español, que hasta hace menos de diez años contaba con menos de 15,000 personas, se está agrandando con inmigrantes judíos de Sudamérica. Hoy se habla de un comunidad de 40,000 judíos, o tal vez más. Muchos de estos judíos son los descendientes de tetuaníes que emigraron a Venezuela, otros son judíos Europa de Este. ¿Cómo influencia todo esto en el judaísmo actual?




E.B
Dentro del judaísmo actual se está llegando a una polarización excesiva. Quiero reivindicar esa manera de pensar lo judío, de vivir lo religiosos que se tenía precisamente en esas comunidades judías del Norte de Marruecos. Lo religiosos no era excluyente, no impedía el encuentro con las opciones laicas, era en realidad una especie de continuo sin fractura. Hoy se ha radicalizado y eso es enormemente peligroso. La lección que aprendimos en esas comunidades es un enorme respeto. Para el religioso era tan importante no comer alimentos prohibidos como no hablar mal del otro o humillarle por su opción de vida. Esa es un buen principio que no hay que olvidar.




M.B.

¿Entonces te sientes judía, española, marroquí, sefardí, o todas esas cosas a la vez?


E.B
Pues como dije antes de alguna manera, eso y mas a la vez, por otro lado en eso consiste la modernidad. Y es lo que hay que tener en cuenta a la hora de entender las identidades europeas.



M.B.

¿Nos podrías hablar de tu próxima novela, que ya está en vía de publicación?



Mi próxima novela trata precisamente de la historia de una familia que deja Tetuán, se rompe y llega a Madrid para crear una nueva vida. Se cuenta a través de los ojos de una niña, Reina, una mirada inocente, asustada, que va descubriendo los secretos familiares, los odios y amores, la historia y deserciones. La cárcel del padre y el exilio son los dos momentos en los que Reina tiene que mirar de frente para reflexionar y llegar a un pensamiento que interprete la realidad nueva que ve. El exilio es una de los temas junto a la infancia, la necesidad de entender un mundo para el que no se tienen claves de interpretación. Pero también otro tema es la mentira. Reina sufre del pensamiento mágico, de angustia ante la noche, ante sus propios pensamientos que no sabe controlar. Trata del mundo de las sombras de la infancia, de la salida del paraíso que supone crecer.

Do not go gentle into that good night No entres generoso dentro de esa buena noche DYLAN THOMAS

Do not go gentle into that good night
No entres generoso dentro de esa buena noche




No entres generoso dentro de esa buena noche.
La vejez delira y arde al cierre del día;
Rabia, rabia, contra la muerte de la luz.

Aunque los sabios entienden al final que lo oscuro es justo,
Porque sus palabras no traspasaron relámpagos, ellos
No entran generosos dentro de esa buena noche.

Hombres buenos, en su última inquietud lloran el brillo
De sus actos frágiles bailando en una bahía verde
Rabia, rabia contra la muerte de la luz.

Hombres feroces que atraparon y cantaron al sol en su vuelo
Y aprenden, tardíos, que llenaron de pena su camino,
No entran generosos dentro de esa buena noche.

Hombres solemnes, al lado de la muerte, ven con mirada cegadora
Ojos ciegos que pudieron arder como meteoros y alegrarse
Rabia, rabia contra la muerte de la luz.

Y tú, mi padre, allí, en tu triste culminación
Maldíceme, bendíceme, con tus lágrimas feroces.
No entres generosos dentro de esa buena noche.
Rabia, rabia contra la muerte de la luz.


Traducido del inglés por Mois Benarroch

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Do not go gentle into that good night

Do not go gentle into that good night,
Old age should burn and rave at close of day;
Rage, rage against the dying of the light.

Though wise men at their end know dark is right,
Because their words had forked no lightning they
Do not go gentle into that good night.

Good men, the last wave by, crying how bright
Their frail deeds might have danced in a green bay,
Rage, rage against the dying of the light.

Wild men who caught and sang the sun in flight,
And learn, too late, they grieved it on its way,
Do not go gentle into that good night.

Grave men, near death, who see with blinding sight
Blind eyes could blaze like meteors and be gay,
Rage, rage against the dying of the light.

And you, my father, there on the sad height,
Curse, bless, me now with your fierce tears, I pray.
Do not go gentle into that good night.
Rage, rage against the dying of the light.

Dylan Thomas - Gran Bretaña, 1914-1953







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Nosotros

Nosotros
Los marginales, los expulsados, los olvidados, los que creemos en la palabra, los que luchamos por la palabra
Los que perdemos en todas las batallas,
Los inocentes
Los que creemos que la calidad es el único valor, los que pensamos que nos valoraran por nuestros meritos
Los que bailamos con el arte para bendecír una pista
Los que no ganamos los premios, los que escribimos libros invendibles, los que rezamos
Los que empezamos por ser buenos y acabamos amargados y frustrados
Los que empezamos por mucho talento y acabamos fuera de nuestros ojos
Los locos, los que nos volvemos más y más locos, los locos de manicomios.
Los que sabemos que el mundo es el que está loco
Los que no tenemos nada que perder por que nunca hemos ganado nada
Los que venimos al mundo a dar y no a tomar, los que abrimos puertas a otros
Los que llenamos pantallas de palabras y parques de basura
Los que nos vestimos con papel y escribimos con tinta sangrienta
Los que no sabemos como hablar a un editor o a un agente
Los que no sabemos por qué otros escriben cuando pueden
Los que no encontramos nunca la razón exacta de nuestra obsesión, ni la buscamos,
Los que trazamos las frases y los libros de escritores futuros
Los que nunca oyen la palabra gracia y siempre agradecen
Los que ayudamos y nunca somos ayudados
Los que amamos a los talentosos y odiamos a los mediocres
Los que decimos la verdad, los que amamos al arte
Los que andamos descalzos sobre parques de palabras

Nosotros

Que somos tan pocos.







Extracto de "Amor y Exilio".

Inedito.

JERUSALÉN

Jerusalén Nevada
::::::::::::::::::::::::::::::::::::
Que bella es Jerusalén cuando nieva parece una novia contenta
todo es tranquilidad las discusiones desaparecen de los rostros
todas las guerras se olvidan en esta ciudad cargada de historia
de memorias intolerancias y templos que recuerdan todo el futuro.





1.
Veinte y siete años vivo en Jerusalén y todavía me parece un concepto, un sueño. Una idea en la que vive el pasado y el futuro, pero en la que el presente no puede penetrar. Aunque es en esta ciudad en la que vivo mi vida cotidiana, compro el pan, hablo con mis hijos, y declaro mi amor a mi mujer, todavía debajo de todo esto esta el Moisito de Tetuan, judío diasporico, judío sefardita, judío que sueña con la Jerusalén celeste. Todavía esta el sueño de mi bisabuelo, del año que viene en Jerusalén, y aunque aquí vivo es como si todavía esperara llegar a Jerusalén. Llegué pero todavia estoy llegando.
El nombre hebreo de la ciudad es Yerushalayim, forma no existente en lenguas latinas del dual, o sea que es el dual de la palabra que parece raramente en la Biblia Yerushalem. Hay dos Yerushalem: La terrestre y la celeste. La raíz del nombre es ver y shalem, que quiere decir lo entero, lo completo, así como la raíz de la palabra mas conocida, shalom: paz. En su origen se dice que se llamaba Ir Shalem, la ciudad de lo entero.
Por un lado esta a menos de cuarenta kilómetros del Mediterráneo, y por el oriente encuentra al desierto, en hebreo midbar, que viene de la raíz dabar, la palabra, el verbo. En el desierto es donde el pueblo de Israel escucha al verbo, a la palabra divina.
Pero todas las teorías son letras sobre papeles y la realidad en la que llegué a Israel hace ya 27 años es bastante diferente. Primero era el caos de la inmigración, y venia de una de las muchas ciudades que los judíos llamaban la Jerusalén pequeña, Tetuán, y a pocos meses de mi llegada a la ciudad estalló la guerra de Yom Kippur, todavía recuerdo las sirenas en el día mas santo y silencioso del judaísmo, día en el que no se ven coches por las calles, de pronto se vio lleno de camiones con tanques, y escuchando a los amigos de escuela Israelíes enorgulleciéndose de como íbamos a destruir a los sirios y a los egipcios, me sentía muy diasporico y asustado, como me lo transmitía mi madre, y como me los transmitieron muchas generaciones, de que los gentiles, o como los llamábamos, los Goyin, nos iban a destruir. Los coches tenían que viajar con las luces flojas y pintadas en azul de noche para que no se pudieran ver desde el cielo por un avión enemigo.
A esa Jerusalén celeste se iba muy pronto a ajuntar una decepción total, la muerte de mi hermano, en el mes de Noviembre, un mes y medio después de que comenzó la guerra. Ahora lo místico y la esperanza fueron heridos para siempre. Porque era sobre todo esta Jerusalén la que iba a curar a mi hermano, Ari, de su enfermedad de la que sufría ya seis años, desde que cunplio dos. ¿Cómo podía entonces Jerusalén no curar a mi hermano? esto parecía un contrato no cumplido, un ataque a la razón, a todo lo que esperaba de esta ciudad santa, ¿Cómo podía ser una ciudad santa y no curar a un niño enfermo que venia de la diáspora?
Hoy mismo al pensar en esto me acabo de dar cuenta de que vivo en la calle Yehuda, que era, ni mas ni menos, el segundo nombre de mi hermano Ari, nombrado igual que mi bisabuelo, Yehouda Hatchuel, que murió con mas de cien años. Todavía no sé lo que esto quiere decir, y pensar que vivo en esta calle hace dieciséis años. Uno ve todo menos lo que tiene en frente.
Mi reacción a la muerte de mi hermano, fue la de acercarme mas a la religión y en eso creo que también respondía a una necesidad de alejarme de los niños de mi edad, y no solo a buscar una respuesta a la pregunta de la muerte. Tres o cuatro años viví en ese ámbito de sinagogas y yeshivot, y era el alumno mas religioso de mi clase en la escuela religiosa en la que terminé el bachillerato.
Durante mucho tiempo existió la costumbre de judíos religiosos de venir en sus últimos días a Jerusalén para acabar aquí sus vidas y para ser enterrados en el monte de los olivos, en frente del templo, pues la tradición cuenta que el Mesías vendrá por ese cementerio y serán los primeros muertos resucitados. Se cuenta de un antepasado mio que hizo esto a principios del siglo diez y ocho, y en realidad es lo que vino a cumplir mi hermano a los ocho años. Mi abuelo, que tenía que llegar ese mismo año a Israel falleció justa antes y fue enterrado en Tetuán.2.
50 kilómetros separan a Tel Aviv de Jerusalén, pero son dos mundos separados. Tan separados, que cuando voy a Tel Aviv me preguntan frecuentemente como puedo vivir en Jerusalén. Son dos ciudades opuestas, Tel Aviv es el centro comercial del país, la ciudad material y donde se mueve todo el dinero. Jerusalén es la capital y los Jerusalimitanos son mucho mas pobres que los de otras ciudades, una gran parte de ellos son funcionarios del gobierno, después esta el treinta por ciento de la población que es Arabe y otro treinta por ciento que son los ultra ortodoxos, estos seres que parecen exóticos a los turistas, y se siguen vistiendo como se vestían los judíos polacos en el siglo pasado, son la antítesis del materialismo del resto del país. Optan deliberadamente por ser pobres, estudiar las leyes de la Tora y tener muchos hijos. Familias de 8 o nueve hijos son comunes en Mea Shearim y en los barrios religiosos de Jerusalén. Muy criticados por los intelectuales y la prensa Israelí, son sin embargo los que siguen conservando las costumbres de la religión judía como se practicaba en Europa antes del holocausto, y crean un ambiente de espiritualidad en la ciudad.
En Jerusalén, estos días de la intifada de El Aktza, pero no solo en ellos, sino durante todo el año, los conflictos de Israel se sienten cotidianamente, el conflicto entre árabes y judíos, pero no solo este, sino el conflicto entre lo religioso y lo laico, entre la modernidad y la antigüedad de este país. No por nada es el corazón de todas las noticias en el mundo. Solo a 50 kilómetros esta Tel Aviv, la ciudad judía, con muy pocos árabes en ella, casi toda la población laica, rasca cielos que cada día tienen mas pisos, y al entrar en ella uno puede pensar que esta en Chicago y que todo lo que pasa en las noticias no tiene nada que ver con esta ciudad y que esta en otro país.


3.

Un día normal en Jerusalén estos días de noviembre es como una de esas bombas que van a explotar. La calles casi desiertas, con menos coches y gente que en los sábados cuando muchos no viajan en coche, y los café casi vacíos. Siempre es en esta ciudad donde mas se siente el futuro, que no es nada positivo. A las doce me encuentro con mi editor, y una hora después en una llamada casual al móvil me dicen que ha habido un atentado en una calle cerca de mi casa, llamo a mi hijo y me cuenta que al salir de escuela vio muchos policías, pero no oyó ninguna explosión. Un poco mas tarde mi mujer me cuenta que por la radio no se ha dicho nada. Probablemente un paquete sospechoso, o cualquier otra cosa. A las tres mas o menos me voy a la piscina a nadar un poco y a bajar las tensiones, cuando vuelvo a mi casa a las seis, enciendo mi computadora y en el internet veo que la bomba exploto en otra ciudad, en Hederá, a 30 kilómetros de Tel Aviv. Es un ambiente de tensión continua, y parece como si las cosas solo van a empeorar. Espero, que como muchas otras veces sea yo el que me equivoco.

4.
Y acabare con algo político. Frecuentemente me preguntan si no podría ser Jerusalén capital de dos paises. Aparte de que creo que ciudades solo se dividen después de guerras y no como acuerdo de paz, me parece que Israel se equivoco al crear su capital en Jerusalén, y en cualquier acuerdo lo mejor sería que Jerusalén no fuese la capital de ningún país. Jerusalén es una ciudad espiritual, y mejor seria alejarla lo máximo posible de la política. De todas formas será siempre la capital espiritual del mundo.



Jerusalén 22 noviembre 2000



Publicado en Clarín.

Llaves de Tetuán

Llaves de Tetuán

Extractos de novela, publicada en hebreo en 1999. Traducción de Marcos Barel








Los aliados
1996

"Ya estoy aquí disculpa si llegué sin avisarte, me llamo Fernando Benzimra, encontré tu nombre en la guía telefónica, le pregunte a tu mujer si eras el Moshe Benzimra de Tetuán y me tome un taxi. Pero antes debo contarte que mi padre falleció, siempre pensé que se fue de Madrid a Caracas y que allí residió hasta su ultimo día Me dejo una carta, o mejor dicho una bomba, en la que me dice que soy judío, yo un judío... increíble, y siempre le oculte que tengo un hijo judío, que mi mujer es judía, y ahora resulta según la ley judía que mi padre es judío y mi hijo también, , por lo menos así lo entendí, pero yo, Fernando Benzimra no soy judío, ya que nací de madre cristiana.."

" Espera, espera, más despacio, o un poco más deprisa, que mañana viajo, y te imaginaras adonde , a Tetuán, mi familia fue una de las ultimas en irse en 1973 por lo que entiendo que estamos emparentados, ya que mi padre, Mimon Benzimra era hijo único, así que seguramente somos primos",

"Mi primo, que se llama como tu, Mois Benzimra, o Moshe, su nuevo nombre, el viejo, el bíblico, o como sea, bueno leí la carta y vine aquí a buscar a mi familia, toma léela, una frase
tan simple, no entiendo como no me lo dijo antes, que tendría que ocultarme, y porque tendría yo que ocultarle y no decirle que tengo un hijo judío, me asustaba sobre todo de mi madre que era muy católica, después de su muerte no vi ya la razón para contárselo, hace de
eso ya muchos años, paso ya mucho tiempo desde que nació, hoy tiene doce años, John
Benzimra, y sabes porque se llama John, porque nació en el mismo día que asesinaron a John Lenon, el 8 de diciembre, y dado que a Olivia y a mi nos gustaba mucho John Lenon, le dimos su nombre,"

"Johanan, es una larga historia, la gran familia Benzimra se disperso por los cuatro rincones del mundo, y ahora es como si tratases de reunir los cabos, oí hablar de tu padre, y de su matrimonio con una prostituta, por lo visto va en los genes de los Benzimra, se caso en
Caracas con una puta negra, me imagino que tu padre tampoco esta enterado del asunto, no quiso saber nada, a lo mejor se trata de su hermano, no lo se trata de encontrar la parte de la familia Benzimra de color negro, me parece fabuloso no solamente los no judíos se casan con judías"

"No me casé, solamente vivimos juntos",

" hacemos niños con judías, Benzimra negros, otros se pasean por el mundo, buscando como yo, pero el que? qué estoy buscando, porque vuelvo a Tetuán mañana, que es lo busco? Me lo puedes decir , y tu que buscas? estas buscando en mi un familiar? Muchas gracias, a lo mejor tengo que abrazarte, contártelo todo, decirte que allí todo fue maravilloso, estas buscando un pasado fabuloso y fantástico, y nunca hubo nada similar , quizá existió algo así durante los primeros anos de la ocupación española, siempre nos presentaron esa época como el Paraíso, como un un jardín de Edén lleno de basura por las calles, ¿que Paraíso era ese? Y yo que viví allí hasta los quince años, se de lo que estoy hablando, anduve por esos caminos, no había lo que soñar, a pesar de que mi padre volvió y falleció allí, hace dos años, volvió para morir, ya que aquí es peor, tu padre hizo bien en irse a Caracas, por lo menos allí no se perdió el respeto perdido de todo, aquí incluso los sueños del pasado se borraron, aquí nos pisotearon y nos reprimieron,"

"Quien?"

" los otros judíos, los ashkenazim, toma lee 'la brecha sirio africana', soy escritor y poeta, lee hay una parte que traduje al castellano, además de algunos poemas, me imagino que no entenderás nada de todo eso, que tendrás tu que ver con esas historias, y que podre contarte yo que te ayudase, porque decidiste encontrarte conmigo, porque llevo el apellido de tu padre, porque no fuiste a ver a tus tíos de Caracas, pensaste que cuanto más te alejases el golpe te resultaría menos doloroso, que pensaste?"

" No lo se, oí la palabra judío, y decidí viajar a Jerusalén allí, me encontré con un tío mío, un viejo hermano de mi padre, que recito por mi padre una Kadish en el cementerio, no entendí nada, leí la traducción del hebreo".

" del arameo, el Kadish se recita en arameo."

" ¿Qué es el arameo?"

"Una lengua semita cercana al hebreo que hablaban los judíos hace dos mil años. l Kadish se recita en arameo, según la tradición, para que los ángeles perversos no lo entiendan e intervengan maliciosamente, según la misma tradición los ángeles solamente entenderían hebreo."

" Los ángeles si, pero yo no, así que dijo Kadish , me parece un gesto muy bonito, pero no estuvo dispuesto a hablar de nada , me dijo de vivir el presente y olvidar".

" Yo también te digo lo mismo, vive tu vida, si tu madre fue cristiana, entonces tu también lo eres, para que complicarte la vida con eso de ser judío, si fuera posible escoger... enunciaría a mi judaísmo, bueno, quizá no, no lo se, va por días, hay días, Fernando, en los que soy tan feliz de vivir en Jerusalén, cada piedra tiene un significado para mi, pienso en todos nuestros antepasados, en todos los Benzimra que soñaron con Jerusalén, pienso en ellos y sigo sus pasos, cada paso mío es el de algún antepasado. Otros días cada piedra de Jerusalén cae sobre mi cabeza, destrozándome, son días en los que todo es muy difícil, tan difícil,"

" Soy medico."

" Y yo programador. Aunque eso no cambia nada, el dolor sigue siendo el mismo, y la nostalgia igual, seguimos buscando sin saber el qué. Ves!, sigue tu camino, si quieres lee el material que te deje, yo viajo por diez días, si sigues aquí a mi regreso, a lo mejor nos volvemos a encontrar, aunque no creo que sigas interesado."
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- ¿Mamá donde vamos?
- A la Tierra Prometida
- A Israel.
- Sh... no pronuncies ese nombre, que esta prohibido
- ¿Por que mama?
- Cuando lleguemos te lo explicare, aquí un policía puede arrestarnos si nos oye decir esa palabra.
¿ - Y cuando viajaremos?
- Dentro de poco,
- ¿Dentro de un mes?
- Un mes, dos, un año, cuando tu padre termine de liquidar sus asuntos -Pero porque el dice quiere que nos vayamos al Canadá o a Venezuela
- De aquí , hijo mío, de aquí solamente a la Tierra Prometida, basta ya con el exilio, que duro demasiado, de aquí, hijo mío, te lo digo yo, y no importa lo que diga tu padre, nos vamos a Nuestra Tierra.




TETUÁN
1868

Apunta apunta lo que te digo mi nieto, que no me queda ya mucha vida, y es importante que alguien escriba lo que paso aquí en 1868. Me acuerdo de todo como si hubiese ocurrido ayer. Tenía yo entonces trece años, apunta , apunta tu sabes escribir en castellano, en buen castellano el de los cultos. El mío se mezclo ya con el portugués de Brasil, y de todas maneras en mi época no se aprendía castellano en la Alianza, eso empezó más tarde, apunta para que alguien se acuerde, fue el invierno más duro que nos cayo en la judería de Tetuán, el año más duro, ocurrió cuatro años después que los españoles abandonaran la ciudad, y ya en esa época nada resultaba fácil, cuando los españoles entraron los moros saquearon nuestras casas, como si fuésemos nosotros los judíos los culpables de su derrota, y no la incapacidad de su gobierno, que entonces a lo mejor era también el nuestro, no yo no hablo de los españoles de Franco, hablo de los que llegaron a Tetuán en 1860, mucho antes que nacieras, hijo mío, Mimon, mi nieto del que llevas su nombre, eran otros españoles, que se sorprendieron de esos judíos con los que hablaban el idioma de Cervantes y cuando pasábamos penuria los judíos de Burgos nos enviaban dinero, ya sabes, como si hubiesen encontrado un viejo tío, bueno no es de eso de lo que quiero hablarte hoy, sino de Ayish y Lahsen, no sabes quienes fueron? A lo mejor escuchaste hablar de esos dos maleantes, que únicamente oir el nombre causo terror en la ciudad durante más de dos años. Empezó todo después de Sukot cuando Abraham Pariente, el que se caso con Sultana, y Mois Azulay viajaron como de costumbre a Tánger, y en medio del camino los apuñalaron, Pariente murió en el acto y Azulay que durante un tiempo fue el representante de Francia en la zona quedo gravemente herido. Eso fue solamente el principio ya que unos días después mataron a Pinhas Azulay y su hijo, y tu ya deberás saber que entonces, como hoy les estaba prohibido a los judíos tener un arma o defenderse, así que todos los judíos importantes de la ciudad fueron a hablar con los dirigentes del lugar, ya fueran los españoles o los franceses, o los ingleses, el Dr. Schmidl de Austria simplemente acuso a los judíos, alegando que si no se hubiesen alejado de la entrada de la judería para sobrevivir, y no hubieran traspasado los limites fijados desde hace tiempo, no les hubiese ocurrido nada. Hubiera sido más fácil decir que si no hubiesen existido nadie los hubiera matado. Pero las cosas no eran tan simples, por lo visto el delincuente de Ayish disfrutaba del apoyo del antiguo pasha de la ciudad, llamémoslo hoy el alcalde , que fue destituido por el gobierno, y que se valió de los judíos para atacar al nuevo pasha, pero los judíos, que eran impotentes y que estaban incapacitados para defenderse fueron los que más sufrieron, su intento por construir fuera de la judería, encontraba cada vez más obstáculos, y fue el representante ejemplar de Francia en la zona quien dijo delante de los moros, que los judíos, a pesar de su procreación natural, deben residir en su lugar, siendo huéspedes en tierra de los árabes, eso no quiere decir que todos los árabes estuvieran de acuerdo con esas ideas, pero fueron esos problemas peliagudos los que me impulsaron a irme al Brasil. Viajaba por dos o tres años y volvía por unos meses a estar con la familia, con tu padre y el resto como tu ya sabes, Además de la gran miseria no había trabajo, las matanzas continuaban y la gente tenía miedo de salir a las calles.

Apunta, apunta que sino te vas a olvidar, escucha bien lo que te cuento, esas cosas se olvidan rápido, y además no te interesan mucho, pero a tus nietos si le interesaran, sobre todo cuando se vayan todos los judíos de Tetuán y no tardaran mucho en hacerlo, y cuando se vayan los españoles, dentro de diez o veinte años, y a lo mejor cuando se cree el estado de Israel, todos se irán, así que apunta , hazlo por tu nieto. Lo que siguió fue que las persecuciones y las matanzas duraron bastante tiempo, en un mes hubieron veinticinco muertos, los judíos se asustaban de salir a la calle y de ir a trabajar a los campos, así que la situación económica que no era entonces gran cosa, empeoro todavía más, para colmo se limito el movimiento de los judíos y se les prohibió salir de Baab Ambakar , que era la puerta principal que les daba acceso directamente a sus campos. La situación los empobreció todavía más, todas las casas que ves por aquí, además de la en que vives no existían, en las calles había fango, y la situación de la Alianza, la escuela en la que estudiaras, y de la que dependía nuestro porvenir, estaba también en crisis económica, crisis que dura hasta hoy, pero entonces no había quien donase, los alumnos también eran muy pobres y no tenían de que pagar los estudios, se puede decir que la situación se complico, pero para bien, ya que el Ayish cometió un error y mato a ocho árabes, o quizá no fue un error, solamente quiso paralizar la vida de la ciudad, se cuenta también que tres policías los vieron cuando iban a cometer sus fechorías y no los arrestaron, y cuando les preguntaron dijeron " nadie nos pidió hacerlo", Moíses Azulay que estaba herido, solicito la ayuda de los franceses con la excusa de ser su representante oficial en Tetuán y que debían protegerlo, pero los franceses, como siempre, se lavaron las manos, aludiendo que sus funciones se concluyeron desde hacia tiempo, y que ya no le debían nada, fue la mayor matanza de la que se acuerda Rabí Yitzack Benualid, que murió dos años más tarde a los cien años o más, desde las de 1790, y si eso no fuera bastante hay que añadir la plaga de cólera que afecto la región, fue un invierno muy calido, incluso caluroso, ya sabes que los veranos aquí son generalmente llevaderos, pero fue ese un invierno que ni lo sentimos, y el cólera ataco decenas de judíos, quizá era entonces esta la mayor comunidad de la zona, siete mil judíos, ocurrió antes de las grandes olas de emigración a la Argentina, Argelia, Oran, España, Venezuela y en especial, también a Brasil, a cualquier lugar donde hubiese trabajo, y un domingo, una semana justo antes de Hanuca , saliendo los judíos a enterrar a sus muertos de la víspera aparecen Ayish y Lahsan matando a diez judíos en el cementerio, eso ya fue demasiado para todos, después murió mi primo Ben David Yaacov Serfaty, y también a mi hermano Moshe Benzimra lo hirieron en una de esas peleas callejeras , pero por fortuna no fue nada grave y consiguió escaparse, ya que aprendieron a viajar en grupo y a protegerse, y así iban y venían llegando hasta Tánger y contando lo que ocurría, y fue únicamente antes de Pessah que el Sultán envio a sus soldados a que matasen a Ayish, después que ofrecieran una gran recompensa por su cabeza, pero en especial después que mato a otros diez árabes, y esto, hijo mío, paso en el invierno más duro que se conoció aquí, hasta que llego el año del cólera que mato casi la mitad de la población de la ciudad, pero sobre eso ya te contare mañana, ya estoy cansado por hoy, tengo casi cien años , y estoy un poco cansado, y tu apunta lo que te digo, ya que me digo, después de mi muerte, quien se acordara de todo lo que yo me acuerdo, que pasara con mi recuerdo, Mimon, Mimonsito, que pasara con mi recuerdo, que pasara con todas las cosas que nos ocurrieron en Tetuán, y a quien le importaran ya.





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El tren llegó como previsto a las nueve cincuenta y tres (microrelato)

El tren llegó como previsto a las nueve cincuenta y tres. Puntual. Ella no bajó de él. La estación: desierta. Yo, solo. En el andén. Me lo esperaba. No la esperaba, pero vine. Ella decidió el sitio, una estación de cercanías, casi la menos frecuentada del país. Esperé al próximo tren, tal vez perdió el anterior o no llegó por alguna razón. Le di mi número de móvil, aunque dijo que no lo marcaría. Me podía haber llamado. No lo hizo. Esperé a otro tren y me volví a casa.

extracto de la novela LUCENA

LA INQUISICIÓN

Isaac Benzimra estaba cansado, muy cansado. El trabajo, los niños, la mujer, la tensión en el banco, el coche nuevo, los pagos a plazos, la hipoteca y todo lo demás. Ahora tenía todo lo que siempre había querido tener: un gran chalet en las afueras de Ciudad de México, en uno de los barrios más prestigiosos de la ciudad, un Volvo nuevo (cambió el BMW), una mujer guapa tras dos operaciones de cirugía plástica que le dejaron los pechos como los de una jovencita de quince años, dos niños afortunados que estudiaban en un instituto, un bufete en el centro de la ciudad, en una palabra, todo. “Todo y nada” era la frase que resonaba en su cabeza sin cesar, día y noche, “todo y nada”. A veces se convertía en “todo es nada,” día y noche, en sueños, durante la conversación con un cliente, qué será de ti, Isaac, qué será de Isaac Benzimra, qué será de su vida, de su mujer, de sus hijos.
Quería abandonarlo todo, el trabajo, los hijos, la hipoteca, la amante, las furcias caras, los viajes a Miami, la ruleta en Las Vegas y la oficina en el quinto pino. Quería abandonarlo todo. Pero en lugar de esto, un día le dijo a su mujer: “Me voy de viaje a España, ya he encargado los billetes. El domingo, después de misa, volamos a Málaga, voy al país de mis antepasados, Melisa. Entiéndelo, necesito encontrar allí el sentido de mi vida, en Granada. En Lucena o en Granada, necesito comprender, me voy al país de donde vienen todas mis desgracias.”
Melisa le miró muy preocupada y le recordó que tenía que terminar un asunto muy importante en el tribunal relacionado con la compañía internacional de ordenadores “Lacroft”.
“Efectivamente, pero tengo un socio, ¿no? ¿No tengo derecho a vacaciones? Si sigo así voy a reventar, a reventar Melisa.” Inmediatamente, como un niño haciendo comedia en la escuela, se dejó caer en la enorme cama redonda que había en el centro de la habitación.
“Tenemos deudas,” dijo Melisa, “y si él es quien presenta los asuntos, se quedará con la mayor parte de las comisiones. ¿Recuerdas el acuerdo al que llegaste con él, con tu buen corazón, cuando no tenía nada? Amigo, ah, amigos, me gustaría ver si él te ayudaría si tú no tuvieras nada.”
“Siempre habrá, siempre habrá dinero y habrá deudas, y bancos que me darán préstamos y tarjetas de crédito con un enorme crédito para que gastes más. ¿Sabes cuánto crédito tenemos en nuestras veinticinco tarjetas? Tarjetas de oro, de platino, la Super American Express, la V.I.P. de Visa Platino, ¿cuál más?, ni me acuerdo, ah, sí, la Diners Supersonic, ¿sabes cuánto? Dos millones de dólares, usted gaste, gaste, sabemos que es una mula de trabajo y que trabajará como un burro para pagar.”
“De acuerdo,” Melisa se rindió ante la extraña situación en la que su marido la metía. “Me doy cuenta de que en verdad necesitas unas vacaciones. Iremos a Málaga.”
“Debo decirte que nos alojaremos en un hotel barato, estoy harto de lujos y de tantas estrellas. En un hotel de tres estrellas, uno barato.”
“¿Tú? ¿Estás a punto de quebrar o qué? ¿Tú quieres ir a un hotel de tres estrellas? ¡Pero si cuando tenías veinte años ya no te sentías cómodo en hoteles que costaran menos de cuatrocientos dólares la noche! Tal vez lo que te convendría sería ir al médico, al psiquiatra, no hacer vacaciones.”
“Sabía que esto pasaría, no quiero ir a ningún hotel de los que te hacen entrar en el casino para sacarte el dinero, o de los que te lamen el trasero para que les des doscientos dólares de propina. Quiero algo sobrio, así que ponme ropa sencilla en la maleta.”
“Yo no tengo ropa sencilla.”
“Es muy simple. Coge cien dólares y ves a comprarte algunas cosas baratas, que te hagan parecer la mujer de un funcionario, no la de un abogado importante.”
“Esto ya es demasiado, ¿vale? Demasiado. Iré de viaje con mis vestidos, no menos de tres maletas. Voy a empezar a prepararlas, no sé si me dará tiempo. Pediré a mi amiga Luisa que me ayude.”

Isaac volvió a oír aquella voz, “todo es nada.”
“Todo es nada,” le dijo a su mujer.
“¿Me llevo el vestido rojo? ¿Aquél del escote? ¿Qué opinas? Tal vez no sea ya conveniente, cierto, tendré que ir a comprarme algunos vestidos.”

Isaac se metió en su coche, se sentía realmente incomodo – “Todo es nada”. Aumentó el volumen del disco de los Rolling Stones en el que cantan “Angie”, se puso a cantar con ellos y esto le ayudó un poco, pero cuando la canción terminó volvió a oírlo, “todo es nada.” Esta vez frenó. Aquella voz tenía una presencia más fuerte que las veces anteriores, como si no viniera de su cabeza, sino como si alguien sentado en el asiento posterior le dijera “todo es nada.”

Cuando llegó al bufete su secretaria le dijo que Luisa había llamado ya cinco veces. Le daba igual. Como de costumbre, no le devolvió ninguna llamada. Tenía varias citas, pero le pidió a la secretaria que las anulara. Ella creyó que él quería algo con ella, como la última vez que le había hecho anular todas las citas. Isaac era un amante maravilloso. A pesar de las tensiones, en cuanto tocaba a una mujer, incluso a la suya, se liberaba por completo. Sus manos acariciaban el cuerpo de la mujer con tanta ternura que ninguna puede olvidarlo. Algo poco común entre los abogados. Pero no. Esta vez Isaac se encerró en su despacho y no habló con nadie. Bajó las persianas hasta la mitad e incluso pidió a la secretaria que no le pasara ninguna llamada y que no entrara para nada. Así pasó todo el viernes, aturdido en el despacho, intentando con todas sus fuerzas deshacerse del “todo es nada”, encendió algunos habanos, aunque le causaran dificultades respiratorias no podía dejar de fumarlos.
Isaac, se decía a sí mismo, Isaac, ¿quién eres, Isaac?
Primero dijo su nombre, hablando consigo mismo. Por un lado, pensaba que todos los psiquiatras creerían que estaba loco, pero, por el otro, cada vez que oía su nombre embistiendo desde su garganta se sentía bien.
El sábado durmió hasta tarde, le pidió a su mujer que no le pasara ninguna llamada, ni siquiera la de un amigo. Sólo le rogó que le pusiera muchos calzoncillos en la maleta, que no pasara como la última vez que fueron a Hawai, que le faltaron calzoncillos y que en ninguna tienda consiguió encontrar los bóxer que a él le gustan. “Lo más importante es muchos calzoncillos,” le insistió más una vez.
Después de comer hizo la siesta, y cuando se despertó le dijo a Melisa que pidiera una limusina para ir al aeropuerto al día siguiente. Pero luego dijo: “¿Para qué necesitamos una limusina? Basta con un taxi, durante una semana seremos pobres, ¿te parece bien?”
“En absoluto,” dijo Melisa, “si quieres, sé pobre tú, yo iré en limusina. No me casé contigo para ser pobre, para esto me habría casado con Moís, el poeta. Me quería más que tú, y por ahora ni siquiera se ha comprado un coche, no tiene dinero para nada.”
“Me gustaría saber qué ha sido de este drogata, creo que incluso era un poco marica.”
“Te aseguro que no es cierto. Tal vez estuviera un poco ido, o loco, o lo que quieras, pero no era marica.”
“Algunas de mis amigas decían que el sexo no le interesaba demasiado, pero ¿qué importa eso? Apenas tomé un tequila con él, vomitó después del carajillo y no volví a verle.”
“Aquellas chicas me odiaban porque sólo me quería a mí.”
“De acuerdo, como quieras, pide una limusina, no importa, iremos en ‘limu’. Da igual.”
Isaac quería dejarlo todo –el dinero, las limusinas, la mujer, los hijos, la hipoteca, el bufete, la ciudad– incluso la vida. Pero la vida no quería dejarle a él. La vida se aferraba a él como una espina en la garganta –seguros de vida de millones de dólares–, siempre pensaba que valía más muerto que vivo, aun sin comprender la lógica que aquello tenía. Vivo, su pasivo era de medio millón de dólares, y si moría sus seguros de vida ascenderían a tres millones de dólares. A su mujer y a sus hijos les quedarían dos millones y medio. ¿Qué lógica tenía esto? ¿Por qué una mujer no mata a su marido si éste ha ganado lo suficiente para el seguro de vida? Basta con hacer algo en el coche para que uno tenga un accidente convincente. Isaac se puso a pensar en toda clase de teorías según las cuales el cincuenta por ciento de los accidentes de tránsito son asesinatos y otro tanto por ciento no desestimable, suicidios. Parece mucho más respetable morir en un accidente de coche que metiéndote una bala en la cabeza. “Todo es nada.” De hecho, él no pensaba en absoluto en el suicidio. A pesar de no ser practicante, era creyente, y su madre le había inculcado el sentido del castigo tras la muerte por suicidio y el del miedo al infierno.
extracto de la novela LUCENA

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X
Soy un poeta marroquí
exiliado
primero viví en mi exilio de España en Marruecos
después me exiliaron mis padres
desde Marruecos
a Israel
tierra de exiliados
hijos nietos y bisnietos de exiliados
y aquí llegue
al exilio máximo
el exilio de mí mismo
exiliado de mi tierra
de mi familia
de mi patria
de mi exilio.


De

Mar De Sefarad